¡Hola! Hace un par de semanas, The Economist publicó un artículo interesante ( Sandwich courses). Al parecer, los franceses están abandonando la costumbre de «parar» para comer. El año pasado consumieron 1.300 millones de sandwiches. Según el artículo, prefieren, especialmente los jóvenes, tener tiempo para ir de compras o acabar antes la jornada laboral. A mi siempre me ha gustado que las ciudades «cierren» para comer, aunque mis motivos no son los tradicionales. No soporto hacer colas, así que suelo hacer los recados cuando no hay nadie.
Respecto a la receta, se pueden hacer millones de variantes, ¿alguna idea?

La curiosidad: En Por el camino de Swann, Marcel Proust, explica como, al comerse una magdalena mojada en té, recuerda un episodio concreto de su infancia y utiliza la anécdota para explicar su teoría sobre el espacio, el tiempo y la memoria. Y es que los sabores traen recuerdos. ¿Me contáis alguno? Yo recuerdo perfectamente la sobrasada que comíamos cuando vivíamos en Ibiza, mmmmmmmmmm…

Por cierto, no es que esté leyendo a Proust, es que a Toni Soprano le sucede algo parecido al inicio de la tercera temporada.

El vídeo dura 2:35 y os lo podéis descargar aquí. Espero que os guste.
Abrazos.


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