Las picanterías son casas de comida originarias de Arequipa. La idea es sencilla, cocina tradicional a precios populares.
Normalmente se sirve un menú con una sopa de primero y un segundo plato que varía cada día, lunes chaqué, martes chairo, miércoles chochoca y así hasta completar la semana.
Un concepto tan original que fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación de Perú en 2014.
La Picantería de Poblenou, en Barcelona, parte de esa idea pero, evidentemente, se ha adaptado a los gustos locales, incluyendo platos japoneses, mexicanos y brasileños, además de los peruanos.
Las cartas se están internacionalizando a un ritmo tremendo. No es necesariamente malo, aunque es importante que no perdamos la diversidad.
Abren de una a una. Cocina abierta ininterrumpidamente y un menú de mediodía realmente interesante por 11,50 €.
Además de freidurías, ceviches o nachos, Wilmien Bos completa la carta con sus cócteles elaborados con sabiduría.
Decidimos probar algunos. Como siempre, para enseñarlos, dado que con un cóctel es suficiente.
Ana optó por un pisco sour, elaborado con algo menos de azúcar gracias a un té de lavanda, clara de huevo y un pisco monovarietal de uva quebranta.
El mío, una versión de la Margarita, un Pink Chihuahua, con zumo de granada, una espuma de almendra muy sabrosa, lima y pomelo rosa.
Empezamos con unas croquetas de aji de gallina, un guiso peruano tradicional, al que se le da un toque original con un rebozado de panko y parmesano. Crujientes por fuera, tiernas y sabrosas por dentro.
La causa limeña es un plato a base de patata amarilla, con limón, ají, lechuga, huevo cocido, aguacate y aceitunas negras. Aunque hay versiones de todo tipo.
En la picantería probamos dos, una con ají amarillo, mayonesa de aceituna de Kalamata, aguacate, tartar de atún y chips de boniato, y la otra, más sofisticada, con puré de remolacha, salsa de ají amarillo, y un pulpo interesante, elaborado como el anticucho, que suele ser de corazón de vaca marinado con ají panca y otras especias. En este caso, pasado por la robata, la parrilla japonesa que da ese toque intenso a humo. Rematan con una mayonesa de remolacha. Con tantos detalles que es difícil apreciarlos todos.
Para acompañar el ceviche, probamos una caipirinha, con su cachaça y su lima, pero en lugar de azúcar lleva moscatel. Rematada con lima deshidratada y un par de uvas congeladas. Un cóctel potente.
Llegó el ceviche de pescado, un plato con mucha fuerza. De calamar y zamburiña, con el ahumado potente de la robata y, en lugar de leche de tigre, de pantera, con la tinta de sepia como protagonista. Un contraste interesante el maíz tostado y el cocido.
Para la picaña, compartiremos un mojito tropical, con un puré de mango, un sirope casero de cayena, ron, algo de soda, mango deshidratado y menta. Un buen cóctel para maridar con carne con un picante sutil.
La picaña es un corte de vaca muy popular en Brasil, ideal para una buena barbacoa. En La Picantería la sirven al punto, con una base de plátano frito y una confitura que le da un contraste dulce que funciona. Carne tierna y sabrosa con el ahumado equilibrado que le da la robata. Para comer con las manos y chuparse los dedos.
De postre, otro cóctel, un old fashioned de café, un tequila 100% de agave infusionado con granos de café, Patrón XO, un licor de café elaborado con tequila, un bitter de chocolate y especias y no podía faltar la piel de naranja. Antes de servirse, se le da un ahumado de vainilla. Además de combinar un trio invencible, café, chocolate y vainilla, su elaboración es todo un espectáculo.
Acabamos con un chupito, un vodka con dulce de leche, envolvente, un caramelo.
Probando platos de otras cocinas uno viaja sin moverse de casa. Obviamente, no es lo mismo y, sinceramente, creo que es una suerte que no lo sea. Si queres lo de verdad, tienes que viajar.
Menú
Flower pisco sour 8€
Caipirinha de uvas 8€
Pink Chihuahua 9€
Mojito tropical 8€
Dulce de leche 4€
Coffee Old Fashioned 7€
Croqueta de ají de gallina 2€/u
Duo de causas 13€
Ceviche nikkei a lo robata 15€
Picanha de ternera con plátano frito 12€
Entradas relacionadas:
La Guingueta de l’Escribà
Todo empezó en 2007. Mi tío, que por entonces nos divertía con su blog «Desde Mi Cocina», me envío un vídeo de Robert Rodríguez. Resulta que el conocido director de cine, en los extras de sus DVDs incluía vídeo recetas. Se le veía en casa, preparando una cochinita pibil. Era un formato informal, directo y breve, pensé que algo parecido podría funcionar en youtube. Subí mi primer vídeo, una receta de tortilla de patatas, se hizo viral y aquí seguimos. Desde Tarragona, compartiendo recetas y experiencias gastronómicas de todo tipo.